sâmbătă, 17 septembrie 2011

Leticia Garriga. Poem

El río subterráneo me arrastra
(Para el poeta valenciano Pere Bessó.
Porque escribe desde el río subterráneo de la incertidumbre)

Con tinta negra como el reflejo
de la oscuridad en el agua
escribo...

Me acompaña un miserere
eco de mi desaliento 

Desemboco en la mar

Vuelvo a la luz

Espejea mi poema
que se reinventa infinito
en la piel del agua...


Râul subteran mă doboară
(Poetului valencian Pere Bessó.
Deoarece scrie din râul subteran al incertitudinii)

Scriu cu vopsea neagră
ca o reflectare a întunericului
pe apă…

Mă acompaniază psalmul lui David
ecoul mâhnirii mele

Mă revărs în mare

Revin la lumină

Îmi strălucește poemul
ce își reinventează infinitul
în epiderma apei

2 comentarii :

  1. Andrei.
    El agridulce placer de la traducción frente a un poema, logra que la incomunicación de la torre de Babel sea¡Una fantasía en el tiempo!
    La telaraña de seda en que se tejen las lenguas, la devana aquél que traduce y como alquimista la ofrece en un hilo argentado de seda...
    Palabra por palabra desde el interior de su alma en el acucioso y sabio conocimiento de ambas lenguas que se preguntan y enfrentan.
    El traductor y poeta como lo eres tú, logra que la telaraña se transforme en azogue, en espejo; el que ilumina y permite no solamente el diálogo entre ambas lenguas.
    Andrei mi cariño y agradecimiento por desenredar el hilo de mi poema en español y volverlo filigrana de luz en rumano.
    Un abrazo con mi admiración intemporal.

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  2. Querido Andrei:
    A Leticia y a ti os agradezco el poema dedicado y la traducción e inclusión en los blogs respectivos.
    No sé si me baño en algún río subterráneo, sí lo hice de joven en agua de cuevas de la Serranía valenciana. es una sensación de liberación absoluta y de limpieza de siglos adosados a la piel. Pero ahora el río subterráneo de la incertitud asola, por decirlo en palabras e imágenes evocadoras de Leticia, quien acaba acercándose a la delicadez del haiku.
    Es cierto que en ocasiones escribimos en la piel de las aguas. Nuestra escritura es, pues, tatuaje condenado a las mareas y los vientos. Por eso, amigo, añoramos las algas de fondo, que nuestros abismos interiores también tienen ríos, mares y sargazos.
    Y quien no riachuelos.
    Un abrazo,
    Pere

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